Cuando uno entra en el mundo de la fotografía cree que el manejo de la cámara es algo fundamental y necesario para poder expresarse en este medio. Tanto si se entra de manera autodidacta, empezando a absorber miles de libros de técnica o haciendo uso del ensayo error. Como iniciándose en cursos y talleres más o menos profesionales. Se tiene la creencia que es lo primero a aprender. En los primeros días/meses/años se empieza a pensar en que cámara será mejor para mi, entrando probablemente en el campo del marketing viral de las empresas y probablemente acabando adquiriendo algo que no se necesita o que por sus características nunca dejará explorar otras vertientes de la fotografía. Si hay una pregunta reiterada en amigos/conocidos es, «Tu que sabes de fotografía, que cámara que sea buena puedo comprar me». Yo siempre respondo «la más cara».