Al parecer la inclusión de la fotografía digital y con ello el necesario procesado mediante técnicas digital, han facilitado el uso, reducido los tiempos y abaratado los costes de hacer una fotografía. Así gran número de personas se han subido al tren de hacer imágenes e inmortalizar toda su vida y la de los demás. Mucha gente ha pasado de fotografiar a la familia y a los amigos, a sentirse capaz de ser el último fotógrafo de Vogue o el mejor retratista de la historia. Por desgracia para la fotografía esto ha hecho que haya una ingesta multitud de malas imágenes que nos bombardean visualmente y uno se acostumbra a creer que eso que está viendo es una fotografía bien realizada. Cuando hacemos una fotografía uno se re-alimenta de lo que ve durante toda su vida y no se da cuenta que está influenciado por imágenes de mala calidad. Esto ha llevado a que los «nuevos fotógrafos» no tengan una formación visual adecuada, ya no digo técnica, la técnica es fácil de aprender no es necesario una formación curricular en escuelas, uno se puede formar de manera autodidacta y como no por medio de talleres o cursos online. Hablo de la formación de la educación visual, uno no puede aprender a fotografiar si cree que técnicas digitales como el HDR llevado a lo kitsch, Draganizados extremos o cualquier otra nueva técnica super cool baby puede hacer que una fotografía basura pase a ser una gran imágen.
Sí no conoces algunos nombres como Nadar, Steichen, Alfred Stieglitz, Paul Strand, Richard Avedon, Robert Frank, Friedlander, Ansel Adams, Walker Evans, Cartier Bresson, Diane Arbus, Eggleston, Irving Penn, Dorothea lange, Martin Chambi y un largo etc. Si no te suenan estos nombres probablemente tu forma de componer y ver la fotografía estén equivocadas. Uno no pretende aprender a pintar un cuadro al oleo viendo los Simpsons por muy interesante, divertido o «novedoso» que sean. Uno se tiene que formar visualmente para entender porque otros lo hicieron así y poder llegar a expresar algo nuevo en nuestra manera de ver.
Así que cada vez más imágenes basuras nos inundan la vida visual, y ello va en decremento de la fotografía. Por ello te invito a que cuando veas que un super movimiento cool fotográfico surge de la vorágine intelectual de internet te lo pienses dos veces y abras un libro de la historia de la fotografía, y luego apliques tu última técnica digital aprendida si sigues creyendo que es lo que realmente necesita tu fotografía.